lunes, 30 de mayo de 2016

Diálogos Evangélicos: Clotario Blest, un luchador cristiano

Hermanos y hermanas, sean bienvenidos al podcast de Diálogos Evangélicos. En esta ocasión estaremos destacando la vida y obra de Clotario Blest, como cristiano y luchador por los derechos de los trabajadores a propósito de la conmemoración de los 26 años de la muerte, este 31 de mayo.
También estaremos conversando del premio de DDHH otorgado a al sacerdote jesuita José Aldunate, así como la declaración de monumento histórico de la casa de André Jarlan y Pierre Dubois, sacerdotes que se destacaron por su defensa de los DDHH en la Población La Victoria de Santiago, entre otros temas, bendiciones.
Tambien les contamos que ya tenemos ganador de nuestro concurso, felicitamos a Yerko Aravena por haberse ganado el libro "Clotario Blest, la causa de un Chile popular" de Max Salinas

martes, 24 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (10)

Cuando entendemos que la Iglesia es la comunidad de discípulos gozando de su comunión y trabajando por la misión en el mundo, y que todo esto es obra y gracia de Dios, queda claro que la Iglesia y su jerarquía no tiene ningún rol intermediario entre Dios y el mundo.

La Iglesia proclama la Palabra de Dios y es ésta la que actúa en el pecador y entabla con él una relación personal y directa. El nuevo discípulo no se somete a otros discípulos para poder alcanzar la salvación, sino que siendo ya salvo por la Palabra, se congrega para seguir creciendo y para trabajar con sus hermanos como iguales.

Si alguien pide obediencia por su supuesta autoridad o unción divina, o bien se atribuye algún mérito sobre la salvación y las buenas obras, se pone en el lugar de Dios y se vuelve, por lo tanto, en su enemigo.

lunes, 23 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (9)

El amor de Dios no se hace presente solo por las buenas obras de sus discípulos como individuos, tan requeridas en medio de nuestro mundo caído y sistema corrupto. El amor de Dios se hace principalmente presente al encarnarse en la comunidad de discípulos, que están unidos con Dios y entre sí en la comunión del Espíritu Santo, viviendo una propuesta alternativa de sociedad humana. Esta comunidad de fe es a la que llamamos cuerpo de Cristo y es la mayor obra de Dios. Una nueva creación, un pueblo que ha resucitado de la muerte espiritual.

La Iglesia de Cristo, la comunidad de discípulos, no tiene por qué ser una comunión estructural, burocrática y jerarquizada, sino que es una comunión espiritual, pues se funda completamente en el Espíritu de Cristo. Pero como he insistido, Jesucristo es la prueba de que lo espiritual es también material y social, siendo así el cuerpo de Cristo una comunión principalmente social y concreta, la cual conllevará naturalmente una orgánica.

Si la Iglesia está unida por el Espíritu Santo, así como el Padre y el Hijo están unidos, tiene que ser como la Iglesia primitiva en Pentecostés, en la que todos los discípulos estaban juntos y tenían en común todas las cosas; no había necesitados entre ellos, pues vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Eran de una sola alma y un solo corazón, partían el pan en las casas y vivían sencilla y agradecidamente, haciendo el bien para con toda la sociedad en la que estaban insertos.

Miramos a las iglesias hoy y cuesta ver esto, pero silenciosa e informalmente el Espíritu encarna a Cristo entre sus discípulos, y es ahí que la Palabra agrega más hermanos a la fe bíblica y cristo-céntrica.

Ante la precariedad de nuestras organizaciones religiosas hemos de recordar que las buenas obras no son las nuestras, sino que la Iglesia es obra de Dios. El cuerpo de Cristo no puede de ninguna forma ser un ideal que hemos de construir nosotros, sino que es una realidad hecha por Dios en Cristo Jesús. Es el mayor anticipo y señal de la comunión plena que tendremos en el reino de Dios y por pura gracia nos ha dado el gozo de pertenecer a ella y colaborar con su misión.

Dejémonos llevar por su Espíritu de amor y gocémonos en hacer su voluntad, luchando juntos por su justicia. Amén.


Lecturas recomendadas

Hechos 2:42-47, 4:32-37: recopilando lecturas...

Diálogos Evangélicos: Lectura popular de David y Goliat

Sean todos bienvenidos, esto es el podcast de Diálogos Evangélicos, a traves de Protesta y Fe, en esta oportunidad tendremos un programa devocional a partir de la historia de David y Goliat, desde una perspectiva liberadora. En nuestro segundo bloque conversaremos sobre la Cuenta Presidencial del 21 de mayo en Valparaíso y la muerte del trabajador Eduardo Lara. Nuestras condolencias hacia los deudos. Bendiciones a todos y todas!

domingo, 22 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (8)

Sobre la libertad de nuestra voluntad y la soberanía de Dios se ha discutido mucho en la historia... no quise profundizar mucho en la reflexión anterior ni entré a darle vueltas a la idea de ser escogidos ni de cómo tiene efecto el poder de la Palabra, cuando son tantos los que la escuchan sin ser convertidos. Podemos seguir discutiendo por siglos al respecto, así como de la naturaleza del mal y de cómo podría Dios utilizar el mal y de cómo permitió su origen... podríamos caracterizar a Dios y definir qué puede hacer y cómo, así como caracterizar la naturaleza de la muerte y la resurrección luego de ella, o de los tiempos y señales antes del fin de nuestros reinos corruptos.

A los cristianos nos ha encantado invertir tiempo y discusiones en todas esas cosas, pero...  ¿acaso han ayudado a que más gocemos del amor de Dios y ha dado pan al hambriento? Al contrario, han traído disputas y divisiones y han ocupado la atención de la Iglesia, haciendo pasar desapercibidos los lamentos de los necesitados.

La Biblia habla de todas estas cosas, pero una de las cosas que más me apasiona es que los diferentes autores bíblicos las tratan de forma distinta. Al parecer tenían distintas posturas e ideas al respecto, y aún así consideramos todos sus libros como revelación de Dios.

Sin embargo, el mensaje apunta siempre a lo mismo: volverse al Señor y gozarse haciendo su voluntad, su amor, su paz y su justicia. Convertirnos en seguidores de aquél salvador que llama a amarnos como él nos amó, y a que seamos uno como él y el Padre son uno, y que así todos conozcan que es él el camino de Dios a nosotros y que de él depende que haya libertad y justicia en nuestra tierra. Que en él está la esperanza.

La fe cristiana no trata tanto de conocimiento intelectual o sabiduría ni de una supuesta realidad no material, sino de las relaciones de amor entre las criaturas de un Señor comprometido con su creación, a la que vino como uno de nosotros y a la que volverá a reinar justa y plenamente.

Este mensaje debe llegar a distintos contextos con distintas filosofías y concepciones espirituales. Las filosofías, ideas y espiritualidades son transformadas por el conocimiento del Señor, pero de todas formas se acomodan para dar esperanza y hacer justicia en el contexto particular en el que se encuentran. No se trata de llegar a los distintos contextos a implantar nuestras ideas y teorías, sino de que Dios y su mesías sean conocidos en las distintas realidades. Todo esto nos habla de uno de los misterios más sublimes de la fe bíblica: la encarnación.

Así como Dios se encarnó en nuestro mundo, la Iglesia está enviada a encarnar a Dios en los distintos contextos y ser ahí señales del reino de Dios, lleno de obras de amor, paz y justicia.

viernes, 20 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (7)

Al aseverar que es la fe, llena de buenas obras, la salvación misma que anhelamos, y que ésta es gracia y don de Dios... surgen varias interrogantes e incongruencias.

¿Cómo juzga Dios al mundo? ¿Por qué hay gente perdida, que no tiene el don de la fe? ¿Dios no quiere su salvación? Así mismo... ¿qué espera Dios para el día de juicio, resurrección y salvación plena?

¿Será cierto que Dios predestina a algunos de forma irresistible a la salvación y a otros los predestina insalvablemente a la perdición? ¿Es el mal de muchos voluntad de Dios? ¿Qué poder tiene el pecado, la muerte o el diablo contra Dios? ¿No es Dios todopoderoso?

La Biblia responde clara y repetidamente: Dios no quiere la muerte de los que mueren, quiere que todos sean salvos. Con esto se derriba fácilmente la idea calvinista de la doble predestinación.

El arminiano se levanta contra la idea calvinista y dice: la fe no es don de Dios. La fe es la voluntad humana, en nuestro libre albedrío, con la que uno colabora para obtener la salvación regalada por Dios. El humano no es marioneta de Dios ni es Dios un despiadado monarca que nos manipula en su juego de títeres. El humano es libre para aceptar o rechazar a Dios.

Pero yo, como luterano, no me importa más que enfatizar que Dios es amor y confieso tanto que la fe es don de Dios, como que Dios quiere la salvación de todos. Así mismo, el cristiano solo haya su libertad en Cristo. Nuestra voluntad o albedrío no es libre, sino determinado por el pecado.

¡¿Cómo?! Entonces, al perderse gente, todo indica que.... ¿Dios no es todopoderoso? ... ... Si así fuera, viva yo siempre engañado y no se me ocurra dejar a mi Dios en ridículo. Todo sea para glorificarle y que solo Él sea glorificado.

Así como Dios, en su misericordia, no se aferró a su grandeza y se encarnó en Jesús débil y dependiente, así también ha tenido la gracia de no actuar a través de sus ángeles, sino que quiere actuar a través (y a pesar) de nosotros y que seamos nosotros los que le proclamemos. La fe será, entonces, fruto del oír la Palabra de Dios, que es la que actuará en el corazón del oyente y le librará con su infinito poder. Amén. Gloria a Dios.

¿Que me enredo y contradigo? ¿Qué más quieres, si soy solo un pecador? Tal vez no pueda responder a todas las preguntas acá planteadas, y oro cada día más fuerte a Dios para que su nombre sea santificado y venga su reino, para que su voluntad y justicia sean plenas en la tierra... ¡¿qué esperas, Dios, si tú tienes el poder?! Mi razón y mi ética acusan a Dios de negligente e injusto. Es entonces que el amor me llama a volverme loco y ciego, y que como un niño de pecho me entregue sin más a los brazos de mi poderoso y amoroso progenitor. ¡Es entonces que uno tiene fe! Si fuera por razón o por ética, no sería por fe.

¡Cuan grande eres, oh Dios, que dejas en ridículo a los sabios y justos, manifestándote en niños, en locos y en pecadores! Que lo único que queramos sea depender completamente de ti, que nos volvamos a ti y te sigamos hacia la cruz. En ella nos muestras el camino.



Lecturas recomendadas
Efesios 2:8; 2 Pedro 3:9; 1 Timoteo 2:4; 1 Juan 2:2; Ezequiel 18:32; Rom 10:17; 1 Corintios 12:9; Lucas 10:21, Mateo 18:3

jueves, 19 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (6)

Si la fe es la misma gracia y salvación de Dios, ¿no hay absolutamente nada de nuestra parte?

Cristo, Biblia, gracia, fe, obras... todas son obra gratuita de Dios. ¿Cómo diferenciar, entonces, la obra nuestra y la de Dios?

La gracia es, justamente, que ya no podamos diferenciar entre la acción de Dios y la nuestra, pues lo que queremos es menguar y que Él crezca. Ya no vivir nosotros, sino Cristo en nosotros.

Barro quiero ser, Señor, en tus manos. Hazme un instrumento de tu paz, por favor.

Buenas Obras, una Gracia de Dios (5)

Escribí anteriormente que las buenas obras que hagamos no pueden ser meritorias para alcanzar la salvación de Dios, pues estas son en sí mismas aquella salvación. Son gracia de Dios, quien hace las buenas obras en nosotros.

Confesamos que la salvación de Dios es solo por su gracia, gratuita e incondicional, sin merecerla. Esa salvación llega a nosotros por medio de Cristo Jesús, testificado en las Sagradas Escrituras, y mediante nuestra fe en Él. Así insistían los reformadores, que las obras no son camino a la salvación, sino que son frutos de la salvación y que son obras de agradecimiento.

Agradecimiento... que linda palabra. ¡Si estás agradecido, es por que has recibido gracia! ¿Agradecido o agraciado? ¿O estar agradecido es la misma gracia? Estar agradecido significa reconocer a alguien o lo que éste a hecho, e implica una actitud de reciprocidad. Entonces, si hemos de estar agradecidos con Dios por dar su vida por nosotros, entregaremos nuestra vida entera a Dios. Aquella entrega completa, aquella relación de plena confianza reconciliadora, es la fe.

Salvación, gracia, fe, obras... ¿dónde empieza una y termina la otra?

La verdad es que Dios no quiere nuestras buenas obras, si no son parte de nuestra relación de agradecimiento con Él, si no son parte de nuestra fe. Así mismo, la salvación de Dios no son las buenas obras, sino la fe que se caracteriza por aquellas buenas obras. Pues la fe no es solo creer en Dios, sino que es creerle a Dios, que nos llama a seguirle y cumplir sus mandamientos.

La fe no es aferrarse a doctrinas e ideas "correctas" sobre Dios, sino que la fe es aferrarse a Él y seguirle. La fe es ser discípulo de Cristo y todo lo que implica aquella divina relación, haciendo propia su misión y su compromiso con la justicia.

La salvación es que conozcamos a Dios y a quien envió, en quien restaurará y reconciliará a toda la creación. La salvación de Dios es la fe... la fe es la misma gracia de Dios actuando a través de nosotros con amor y buenas obras.

lunes, 16 de mayo de 2016

Dialogos Evangelicos: Evangelicos y Proceso Constituyente

Sean todos muy bienvenidos esto es el podcast de Diálogos Evangélicos en Radio Voz de la Mujer 107.7 fm desde Cerro La Pólvora para el Gran Concepción y todo Chile. En esta ocasión hemos conversado acerca Proceso Constituyente en Chile y las diferentes posturas existentes en el mundo evangélico de este país, enmarcado en la discusión pública por establecer los mecanismos para generar una nueva Constitución que reemplace la Constitución de Pinochet de 1980 que todavía rige los destinos de este país. Y para amenizar esta conversación contamos con la presencia de Mario Carrasco miembro de la Iglesia Evangélica Luterana en Hualpen, con quien ahondamos sobre nuestros roles como evangélicos frente a este polémico y cuestionado proceso, constatando la existencia de diferentes posturas, algo propio de la diversidad del mundo evangélicos, cuestión que sin duda enriquece el debate. Todo esto y más en Diálogos Evangélicos siempre a través de Radio Voz de la Mujer 107.7 del Gran Concepción, todos los lunes desde las 6:30pm.

sábado, 14 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (4)

Muchos han insistido en que el discípulo de Cristo no debe preocuparse de que el resto tenga fe en su Señor, sino que simplemente de obrar a favor de la justicia, como lo hizo Jesús. Otros tantos apuntan que no es nuestra misión lo social, sino que evangelizar y exponer la Biblia.

¡Qué estupidez! ¿Cómo se ha llegado a tal ilusorio conflicto entre lo material y lo espiritual? Jesús hizo ambas cosas. Predicó de Dios y su reino al mismo tiempo que sanó y sirvió. El servicio y las obras mismas proclaman al Señor y cuando alguien se convierte a Él y aprende de su Palabra, se hace el mayor de los servicios sociales. Dios, al encarnarse en Jesucristo, hizo indiscutible que lo espiritual es material y social.

Si hacemos caso omiso del mundo traicionaremos la palabra de Dios, la cual nos demanda que sirvamos al mundo. Y, si hacemos caso omiso de la palabra de Dios, no tendremos nada que ofrecer al mundo.

Debemos hacer todo lo que está en nuestras manos para solucionar los problemas y sufrimientos de la gente, sin restricción alguna, pero sabemos también que esos males son solo síntomas de algo más profundo. El cáncer no se va curando con analgésicos ni curando los síntomas, sino extirpándolo. Así mismo, nunca gozaremos de verdadera justicia en este mundo si no nos convertimos a Aquél que extirpa el pecado del mundo y mata a la muerte.

La conversión social solo se da si sus integrantes se convierten a Dios. Y si sus integrantes se convierten a Dios, tendrán un impacto social. Otra cosa es una ilusión.

Buenas Obras, una Gracia de Dios (3)

En las distintas partes del mundo y de la historia y en las distintas culturas, han habido concepciones muy diversas respecto a la moral y la espiritualidad, pero muchas de ellas han hablado del amor y a favor de la paz y la justicia. En general, solemos ver todas esas ideas como buenas y solemos concluir que hay distintos caminos para un mismo fin. Yo creo que hay luchas comunes en este mundo que compartimos y que podemos aprender del otro, pero que los fines que buscamos son distintos y que hablamos de cosas distintas.

Debo enfatizar, sin embargo, que la propuesta bíblica es de las pocas que está centrada realmente en el amor como fundamento inamovible. Un amor que considera una unión profunda y afectuosa con toda la humanidad y la creación en general, que tal vez es similar a la unión y dependencia que sentían muchos pueblos indígenas con la madre tierra, así como los cristianos nos sentimos unidos y dependientes del Dios que creó esa tierra y de la cual provenimos, desde la cual nos provee y a la cual paramos luego de morir. También debo decir que este es un concepto completamente distinto al de la mayoría de las religiones orientales, que si bien hablan aparentemente de lo mismo, en realidad hablan del desapego para con todo eso.

Las religiones abrahámicas (principalmente judaísmo, cristianismo e islamismo) tenemos obviamente un concepto similar y anhelamos el reino de Dios. Pertenecemos a una misma familia de religiones y compartimos gran parte de la revelación bíblica. Sin embargo, el rol del mesías y los diferentes conceptos de qué es el "pueblo de Dios" concluyen en propuestas realmente distintas. Y así mismo... en la historia de la Iglesia se han infiltrado muchas ideas orientales de desapego y tampoco se ha honrado el concepto bíblico de mesías y de "pueblo de Dios".

Pido disculpas por mi escueto análisis inter-religioso, pero no es mi intención hacer acá uno más profundo y serio. La pregunta es la siguiente: ¿Qué es el amor y cómo se tiene esa unión plena de afecto con todo lo creado, que también se relaciona a buenas obras de justicia y de paz?

Muchos hablan de amor, refiriéndose a cosas distintas. No hay nada de malo en eso. La palabra "amor" tiene distintas acepciones relacionadas con el afecto, el apego, el respeto, el deseo, la seducción, la pasión, etc... cosas generalmente buenas que puede vivir cualquiera, sea que conozca a Dios o no. Así mismo, en la Biblia no siempre se usa la palabra "amor" de forma positiva, por ejemplo, cuando se critica el amor al dinero.

Pero respecto a ese amor central por el cual nos estamos preguntando, la Biblia responde diciendo: "Dios es amor". Al proclamar que "Dios es amor", no caigamos tanto en dar atributos a Dios de lo que cada uno entiende que es el amor, entendamos más bien que es a Dios a quien debemos unirnos y a partir de Él y su Palabra entenderemos cuál es el bien que hemos de ejercitar. Este amor no es un sentimiento, algo etéreo, sino alguien concreto al cual nos entregamos por completo, así como Él se entregó por completo por nosotros.

El amor es el centro inamovible de la fe bíblica, no solo porque san Juan diga que "Dios es amor" ni solo porque los mandamientos se resumen en "ama a Dios con todo tu ser y al prójimo como a ti mismo", sino porque se enfoca en las relaciones que se quebraron y que han de ser reconciliadas. Porque se trata de un Dios que se presenta a sí mismo como nuestro padre, nuestro cónyuge, nuestro hermano y que nos llama a no poner tanto la mirada en lo que nosotros hacemos de bueno, sino que en las buenas obras que Él ha hecho para llegar a nosotros.

En resumidas cuentas... el verdadero amor y las obras verdaderamente buenas son de Dios. Nuestras obras, nuestras filosofías y nuestras religiones son caminos humanos fracasados para llegar a Dios. O tal vez han sido caminos exitosos para llegar a algún otro fin anhelado. Pero respecto a Dios, el único camino efectivo es el que Dios ha hecho hacia nosotros, en el que se muestra el verdadero amor que nos une plenamente en paz y justicia. Así es, el camino a Dios es solo uno, el que ha hecho Dios hacia nosotros: Cristo Jesús, nuestro Señor.

jueves, 12 de mayo de 2016

Buenas Obras, una Gracia de Dios (2)

Relacionar la salvación de Dios principalmente con el destino del alma inmortal luego de la muerte, ha sido una de las falencias más nocivas en la historia de la Iglesia.

La salvación de Dios es integral, teniendo en mente a toda su creación que espera ansiosa por la restauración y reconciliación de todas las cosas en Cristo Jesús. Dios no viene a salvarnos de la supuesta tortura eterna en el "infierno" (ni podríamos nosotros llegar por nuestra cuenta a Dios y al "cielo"), sino que Dios viene a solucionar los problemas que destruyen nuestro mundo y que son producto del pecado original que quebró las relaciones de amor con Dios y sus criaturas.

La solución a todos estos problemas no es una solución escapista, en la que dejemos el mundo terreno atrás para vivir como "almas" en un más allá etéreo y desentendido del sufrimiento material. Dios es todo menos escapista. En Jesucristo vino al mundo a vivir y padecer junto a nosotros por amor e interviene constantemente a favor de la justicia, con la que está comprometido. Así mismo esperamos que vuelva para reinar plenamente y destituya todos nuestros reinos corruptos y termine con la opresión de la que somos responsables.

En aquel reino se da de comer a los hambrientos, de vestir a los desnudos, se libera a los esclavos y presos, se da vista a los ciegos, se enjugan las lágrimas, son resucitados los muertos y las armas se convierten en herramientas de trabajo. En aquel reino el cabrito descansa junto al leopardo, el león come paja junto al buey y son apacentados por niños, que juegan junto a las serpientes.

Mientras que esperamos ese día de salvación plena, el Espíritu de Dios nos da comunión con todos sus hijos y nos guía haciendo obras de amor y justicia a través de nosotros, llenos de alabanzas, para que de alguna forma podamos gozar ya del reino de Dios que viene, mediante la fe en Cristo Jesús.

Es imposible que las buenas obras sean meritorias para alcanzar la salvación... pues estas son en sí mismas la salvación que anhelamos, anticipos y señales de la salvación que vivirá el mundo entero en el día del juicio y la resurrección.


Lecturas Recomendadas
Rom.8:22; Isaías 11:6-8; Lucas 4:14-19

Buenas Obras, una Gracia de Dios (1)

Las únicas buenas obras son las hechas con amor. Pero... ¿qué es amor? Juan responde bien al decir "Dios es amor". El amor no es un "qué", sino un "quién".

He ahí que ninguna obra buena puede ser meritoria.

Ninguna buena obra puede ser mérito nuestro, pues si es buena es porque se debe a Aquél que es bueno. Es Él quien la ha hecho a través nuestro. Las buenas obras son un regalo que Dios nos ha dado y ha puesto en nuestro camino de antemano, a pesar de que como pecadores no somos dignos de hacer tales obras.

Mientras más sean las buenas obras que hagamos, más y más le debemos a Dios. Pero no hay nada más sublime que ser deudor de Dios... así sabemos que no dejará que estemos muy lejos de Él hasta que paguemos por completo nuestra deuda de amor... con nuestras propias vidas.


Lecturas Recomendadas
1Jn.4-5; 1Cor.13; Ef.2:10; Rom.13:8

lunes, 9 de mayo de 2016

Dialogos Evangelicos: Obispa Izani Bruch y una conversacion sobre Chiloe

Bendiciones a todos y todas, esto es el podcast de Diálogos Evangélicos, el programa cristiano de Radio Voz dela Mujer 107.7 FM de Concepción, para todo Chile y el mundo. En esta ocasión pudimos contar con la presencia de Izani Bruch, Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana de Chile, con quien pudimos conversar acerca del rol de la mujer en el mundo evangélico hoy. En nuestro segundo bloque pudimos preguntarnos donde esta Dios en medio de las luchas de Chiloé, ante la catástrofe que amenaza sus vidas. Todo esto y más en Diálogos Evangélicos. Si le gusto comparta y difunda.

lunes, 2 de mayo de 2016

Dialogos Evangelicos: Lectura Popular de la Biblia acerca de la Maternidad

Sean todos muy bienvenidos, esto es el podcast de Diálogos Evangélicos, el programa cristiano de Radio Voz de la Mujer 107.7 FM del Gran Concepción. En esta ocasión hemos podido presentar ante ustedes las conclusiones de una Lectura Popular de la Biblia centrada en el tema de la maternidad liberadora y dignificante, a propósito de la celebración del Día de la madre en este día domingo 8 de mayo.