miércoles, 17 de febrero de 2010

SEXO

El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién temeré? ¿Qué me hará temblar?
Solo una cosa deseo, habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida
Contemplar la belleza del Señor




Antes de acostarme, un día corriente dentro de mis vacaciones universitarias, leía interesantes escritos en blogs de amigos cercanos. Todos bellamente escritos y, algunos, con imágenes y videos que desatan sentimientos e instintos propios de un humano. Entre ellos están los relacionados a la sexualidad y al erotismo.

En medio del hambre intelectual seguí buscando distintas fuentes y terminé acá escribiendo acerca del sexo. Un tema conflictivo. ¿De qué forma se relaciona la fe con nuestra vida sexual, sea ésta plenamente practicada u omitida? ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Las iglesias?

Lo primero que hice fue poner "SEXO" en google. Fui invadido por publicidad, enlaces pornográficos, "adultfriend", etc... Mala idea. Preferí luego buscar por "SEXO BIBLIA" y empecé a leer, leer y leer desenfrenadamente de las distintas fuentes que esta herramienta del internet nos proporciona. Entre los enlaces que me gustaron anexo los que, según mi criterio, están mejor elaborados. La verdad es que no expresan mis opiniones al respecto, pero son fuentes interesantes. Les recomiendo leer este tipo de cosas acompañados de una Biblia, ya que hay citas equivocadas o entendidas de forma distinta a la de uno.






La verdad es que la Biblia, en varios aspectos, es bastante confusa. Tantos libros, tantos autores, distintas épocas, distintas situaciones. En el momento de analizarla hay que considerar al autor del libro, a quién se dirige, el contexto social, económico, político, la traducción, además del sentido actual que le damos a viejos conceptos... infinidades de cosas. Respecto al sexo se le suma a todo lo anterior lo que los traductores, predicadores e interpretadores quieren expresar al respecto, opacados inevitablemente por sus propias intenciones, dudas, miedos, experiencias, traumas, políticas...

Son tantas las corrientes y filosofías inspiradas en Dios, sean cristianas o no, y aún dentro de éstas es dificil ver consenso al respecto. En temas relativos a la masturbación, al sexo premarital, al deseo sexual, al apego a los sentidos, al sexo oral, al sexo anal, a los derechos reproductivos, al erotismo, a la desnudez, a la homosexualidad, al orgasmo, a la educación sexual, entre otros, parecen tener distintas, y a veces opuestas, conclusiones sin importar que se basen en las mismas fuentes.
Descanso en la convicción de que el Amoroso Espíritu me guíe al actuar. Espero saber escuchar cuando alguien, inspirado, me aconseje con palabras de sabiduría. Espero saber discernir al momento que contrarios discursos choquen en mi cabeza. Espero no dejarme tentar ni mezclar intenciones, pues todo en mi actuar está subordinado a una cosa, a una intención: amar, contemplar la belleza del Señor.