Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.Este pasaje lo elegí como mío el 2008, en el momento que fui bautizado. Hace poco lo volví a leer y nuevamente me llenó de inspiración. En uno de los momentos más dramáticos de la vida de Jesús, el momento en que deja su legado a sus discípulos antes de ser arrestado y crucificado, instaura la Santa Cena, anuncia la traición de Judas, lava los pies de sus discípulos... en ese momento les insiste en la esencia de Dios: el Amor.Juan 13:34-35
No solo muestra al amor como la esencia de la fe cristiana, sino que lo presenta de forma íntegra. "Como yo os he amado, que también os améis unos a otros", esta frase pone énfasis en la Gracia de Dios y en la gratuidad de su amor. No somos nosotros los que amamos a Dios primeramente, Él nos ama sin que lo merezcamos y ese amor se reveló completamente en el ejemplo del Cristo, a quien debemos imitar. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos", ¡pues es lo esencial! En este "conocerán" pasamos de la Gracia a la Evangelización. Esparzamos las buenas nuevas, demos a conocer al Señor y seamos luz de la tierra, para que por nuestras obras basadas en el amor, el mundo alabe y glorifique al Padre celestial, rey de reyes y creador de todo lo visible e invisible.
En esto somos Iglesia y cumplimos con nuestro rol. ¡Oremos sin cesar, para que tengamos las fuerzas y la inspiración que nos ayuden a cumplir con este mandamiento! Amén.
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