jueves, 24 de noviembre de 2011

Economía vs Cristianismo. 2° Parte


En la primera parte de Economía vs Cristianismo hablo de lo profunda y diaria que es la Economía, de cuales son según el cristianismo los valores que deberían dirigirla, y llamo a protestar contra los valores y estructuras capitalistas y a buscar nuevas formas y sistemas económicos.

Ahora me gustaría concretizar un poco las ideas que se me pasan por la cabeza, pues si bien le doy harta importancia a lo normativo (prescriptivo: como debería ser), concuerdo con que para la política es más importante lo positivo (descriptivo: como es). Y si bien yo creo que nuestra "utilidad" es la que menciono y que nuestra naturaleza más pura ve la felicidad en Dios y el amor, en la práctica es solo un sueño... pues el pecado con el que nacimos nos ciega y nuestros intereses egoístas terminan pesando más que el interés social. Pero eso no significa que no debamos buscar al Señor ni reprochar el egoísmo. Pareciera que el mundo cristiano ya renunció completamente al seguimiento de Jesús, y la Iglesia se ha transformado simplemente en una cuestión tradicional o concepción del mundo o del más allá. A esta Iglesia muerta se le han filtrado las ideologías, y no ha luchado contra ellas en parte por que las cúpulas se han visto beneficiadas. En el fondo, son las creencias y valores que uno tiene lo que más influencian en nuestra economía. He aquí la relevancia de la misón evangélica en el tema.

Es interesante ver resultados de investigaciones acerca de como se relaciona la plata y la satisfacción con la vida (life satisfaction). En BEYOND THE MONEY[*] leí como estudios muestran que la acumulación de riquezas en gente o países más ricos no aumenta su satisfacción, pero en gente o países más pobres si tiene un impacto significativo. Lo que concuerda perfectamente con el concepto de utilidad marginal decreciente de Gossen. También muestra que la acumulación de riquezas aumenta los deseos materiales, lo que a su vez trae mayor frustración e inestabilidad política en casos de que las riquezas disminuyan. Y aunque en general la gente en países ricos se muestran más satisfechos con la vida que gente de países más pobres, los estadounidenses más ricos no tienen nada que envidiarle a comunidades Amish, a los Inughuit de Goenlandia ni a los Maasai de Africa. Todos aquellos pueblos muestran una misma life satisfaction que los norteamericanos más pudientes. La gran diferencia es que los otros tres grupos no necesitan del neocolonialismo para mantener su estilo de vida. También hay estudios que señalan que el materialismo disminuye el autoestima, aumenta el narcisismo, aumenta la comparación social, disminuye la empatía, disminuye la motivación intrínseca, y genera más relaciones conflictivas. Aquí es cuando como cristianos tenemos que decirle al capitalismo: "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:31-33). Es interesante también que estudios muestren que los efectos recién mencionados dependen fuertemente de los valores e ideologías y que generan menor impacto en gente religiosa. La idea de que políticos empiecen a tomar decisiones conforme a indicadores de bienestar hace que la decisión sea mucho más válida, pero la validez interna, o sea que los indicadores realmente puedan representar el bienestar y felicidad de la gente, es más dudoso. A pesar de eso me parece necesario. Hay que acabar con la idea de que la plata que se mueve es lo mismo que bienestar.

También quiero comentar respecto al sistema laboral, el cual encuentro algo absurdo. La idea es que el que no trabaja no tiene plata para comer: así todos trabajarán y se asegura mayor producción! (que es según las ideas neoliberales lo más valioso para nuestro bienestar. El tiempo es ORO!). Pero no se ve parece las implicancias que tiene realmente en nuestro bienestar. El miedo al desempleo ha hecho que las reducciones de personal y la flexibilidad laboral sean vistas como demoniacas, y también que la gente no se desempeñe en lo que más pueda aportar ni en lo que la haría más feliz. Si se encuentran nuevas estructuras o tecnologías que permiten una mayor producción con menor personal... por qué seguir teniendo gente haciendo un trabajo que no está aportando a la sociedad? De seguro son más útiles en otra empresa, organizaciones sociales, en iglesias, con su familia, estudiando, haciendo arte, música o incluso divirtiéndose. O qué estúpido también que para reactivar la economía se proceda a veces a crear trabajos tontos, como hacer hoyos para que después alguien más los tape. Es increíble también como se valoran unas pocas profesiones en total desprecio de otras labores, algo que hay que cambiar y me gustaría que alguien mencionara al respecto en el actual movimiento estudiantil en Chile.

Con respecto al tema medio ambiental, hay constantes protestas en contra de todo tipo de generación de energía. Vemos que todas tienen negativas repercusiones a nuestro planeta, la gente se ha manifestado fuertemente y ha sido casi imposible hacer más industrias energéticas. Será que tendremos que pasar por limitaciones eléctricas? Esta idea hace que muchos terminen cediendo... pero se han medido realmente las repercusiones? De seguro que va a disminuir el movimiento económico y el PIB, pero eso no significa que salgamos perdiendo.

Bueno, son muchos los temas que se podrían tratar aquí, pero no me quiero alargar ni ir por las ramas. En resumen, no es válida la idea de que la religión no hay que mezclarla con política ni economía. La ideología capitalista ha hecho de la plata un ídolo (mateo 6:24) y aún los más "sociales" caen en eso. Tenemos que luchar contra los antivalores y buscar nuevas propuestas. Hay que saber si de lo fácil que es caer en el abuso de las estructuras de las iglesias, cuya real función es representativa y pastoral. Tal vez haya que crear otros cuerpos para eso. Bueno, es un tema que tenemos que poner sobre la mesa como cristianos. Dios los bendiga a todos y ayude a seguir a Cristo.



[*]BEYOND THE MONEY. Toward an Economy of Well-Being
(Ed Diener and Martin E.P. Seligman. University of Illinois, the Gallup Organization, and University of Pennsylvania)(2004 American Psychology Society)

2 comentarios:

Patrick dijo...

Se me pasó mencionar la organización económica de la primera comunidad cristiana: "todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo; vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo."(Hechos 2:44-47). Destaco que la distribución se hace de acuerdo a las necesidades de la gente y no en función de su productividad o mérito.

Otra cosa que me ha llamado la atención en el estudio es que en el libro ECONOMICS* de Mankiw y Taylor se muestra la economía relacionada a la fe (a pesar de que el acento y conclusiones sigan siendo bastante ideológicas). En el capítulo acerca de externalidades cita la regla de oro de Mateo 7,12:“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Pone este pasaje como regla moral que internaliza externalidades, o sea que toma en consideración a terceros que el mercado naturalmente no considera.


*ECONOMICS
N. Gregory Mankiw y Mark P. Taylor
2006 edition by Thomson Learning
capítulo 10
página 195

Martin dijo...

Patrick,Interesante columna. Tengo varios comentarios, sin mucha coherencia pero aprovecho aún así de hacertelos:

Primero, el tema es muy amplio y definitivamente puedes hacer millones de entradas con esto, es interesante, sobre todo en cuanto a la perspectiva de nosotros como cristianos viviendo en una sociedad capitalista y de consumo, como poder impactar e influenciar desde una perspectiva cristiana al mercado para que este sea un lugar más justo y menos cruel(?).

En cuanto al texto, varias ideas sueltas:
La relación entre tener más dinero no es directamente proporcional a la satisfacción personal. Es cierto pero hay que tener cuidado con ese dato, basicamente porque si usamos el argumento ampliamente podríamos llegar a justificar la extrema pobreza (en una perspectiva MUY radical xD).Comparto con lo de la utilidad marginal decreciente, es importante que la gente tenga recursos materiales suficientes como para tener un mínimo de calidad de vida, sin embargo es también importante que exista una mayor equidad en ese sentido.

En el tema laboral, yo aumentaría la remuneración en cuanto a la disposición de un trabajador en realizar una determinada actividad. Por ejemplo, un temporero, si bien puede no tener ningún tipo de preparación y cualquiera puede hacerlo, el tiene la disposición de realizar ese trabajo, cosa que la gran mayoría no estaría tan dispuesta a realizar, por eso debería pagarsele más.

También hay que tratar de aumentar la capacitación laboral, sobre todo de los trabajos menos pagados y con ayuda de maquinarias. Por ejemplo, uno de esos tipos que limpian la plaza de armas de Concepción, veo a varios, unos 7 u 8, podríamos tener a un tipo capacitado y con una máquina y que el sólo se dedique a eso y pagarle una remuneración más alta en vez de tener a esos 8 con un sueldo mínimo.
Definitivamente parece que la cosa va por ser independiente jajaja...

En el caso de los temas medioambientales, si te fijas concentradamente en las demandas de estos movimientos, verás que poco y nada tienen que ver con salvar al planeta, sino que más bien critican al sistema y la concentración de riquezas, movimientos más bien antisistemicos (la verdad es que eso no tiene nada de malo pero no tiene mucha relación con el medioambiente).

Saludos, sigue cultivandote, me gusta tu visión política de mundo, parece que vas claramente por el lado social.

Atte.

Martin Briceño