DERECHO A MORIR DIGNAMENTE
Anoche estábamos sentados mi HIJO y YO, hablando de las muchas cosas de la vida ... Entre otras ... estábamos hablando de la idea de vivir o morir ...
Y mi HIJO dijo:
"Papá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos , si me ves en ese estado, ¡¡¡desenchufa los artefactos que me mantienen vivo, prefiero morir!"
Entonces me levanté con cara de sabiduría... y... ¡¡¡Le desenchufé el Televisor, el DVD, el Computador, el MP4, el celular, el Ipod, el Nintendo Wii, la Xbox, el guitar hero y después le boté la Coca-Cola, el Ron y las cervezas...!!!
¡¡¡EL WEÓN CASI SE MURIÓ... !!

En Deuteronomio 30:15 Moisés dice al pueblo de Israel "Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal, por el otro" al comunicar las bendiciones que conlleva el cumplimiento de los diez mandamientos y la leyes instauradas por él. Si bien pareciera ser una decisión fácil, se ve constantemente cuestionada y en nuestra tradición y vida cristiana nos enfrentamos a ella varias veces.
En Chile, según el Artículo 19 de la constitución, el derecho a la vida es tal que nadie puede atentar contra la vida de una persona, ni si quiera contra la propia. Si quisieras optar por tu muerte te meterían preso o harían todo lo posible para mantenerte vivo (razón por la que Testigos de Jehová son obligados a recibir transfusión de sangre, aunque por convicción la rechacen). Y desde que se conocen casos en que luego de estar en estado vegetal e incluso muerte cerebral los pacientes han "revivido", o sea, han recuperado actividad orgánica y cerebral, el derecho a morir es cada vez más difícil. El Señor nuestro Dios no es como la constitución del '80. Nos permite elegir. Por eso es tan importante el sacramento del bautismo y su confirmación. Es el momento de confesar que creemos en Dios, de encomendarnos completamente a Él, de optar por la vida y rechazar las fuerzas del mal que producen muerte. ¿Te acuerdas de tus promesas de confirmación?
A pesar de lo anterior, ¿es legítimo optar por la muerte?... ¿Qué estamos eligiendo y qué es eso que rechazamos? No son preguntas tan fáciles de responder. Pareciera que cada cual entiende las leyes y mandamientos de forma distinta y en su vida las aplica como estima conveniente. Además, el concepto de vida expuesto por Moisés es completamente distinto al expuesto por Jesús Cristo o por el aspóstol Pablo. No se trata simplemente de cumplir una ley para vivir más y prosperamente ni confesar que Jesús es el Cristo y nuestro Señor para resucitar junto a él en el futuro. Se trata de amar al Padre nuestro Dios y amar a nuestro prójimo, para amar. Se trata de seguir a Cristo, para seguirle. Como dice en Marcos 8:34-37 "Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?" Así es. Jesús vino a darnos vida, vida plena y abundante (Juan 10:10,b). Si bien de la Biblia se concluyen varias ideas, no sé realmente como definir qué es vida ni qué pierdo o gano con ella, pero sé que da igual rechazarla o aceptarla mientras opte por seguir a Cristo. Él me salvará o no según su juicio divino (Mateo 25:31-46).
Así que no te desperdicies en la maravillosa tecnología ni en los vicios. Aprovecha de dar gracias, orar, alabar, compartir, aprender, enseñar, ayudar, servir y crecer en todo aquello que se relaciona con el amor que proviene del Espíritu de Dios. Hazlo desinteresadamente y de forma que lo disfrutes. Hazlo conforme a tus convicciones y no para recibir bendiciones ni para asegurarte un espacio en el cielo. ESO ES VIDA.


Así que no te desperdicies en la maravillosa tecnología ni en los vicios. Aprovecha de dar gracias, orar, alabar, compartir, aprender, enseñar, ayudar, servir y crecer en todo aquello que se relaciona con el amor que proviene del Espíritu de Dios. Hazlo desinteresadamente y de forma que lo disfrutes. Hazlo conforme a tus convicciones y no para recibir bendiciones ni para asegurarte un espacio en el cielo. ESO ES VIDA.