viernes, 15 de marzo de 2013

De la reivindicación a la impunidad


Sernam: 17 mapuches han sido exculpados de maltrato a sus mujeres por el Convenio 169

11.03.2013 | De los casos resueltos de este modo en La Araucanía -en donde según la costumbre ancestral mapuche basta con las disculpas del agresor para acabar con el tema- 14 han llegado a la Corte de Apelaciones, siendo once confirmados y tres revocados por la instancia judicial.

http://www.soychile.cl/Temuco/Policial/2013/03/11/159793/El-Sernam-confirmo-que-17-casos-de-violencia-intrafamiliar-se-han-resuelto-con-el-Convenio-169.aspx


A veces me siento como los que quedan mal con todos. Unos me tachan despectivamente de indigenista, pues reconozco que como país Chile tiene una deuda histórica para con los descendientes mapuches, y me indigna la poca conciencia y poco conocimiento que tenemos al respecto. Claro que la cosa viene desde la colonia española, pero cuando los españoles por fin empezaron a reconocerle derechos de reivindicación al pueblo mapuche, Chile se independizó y se declaró "igualdad de derechos"... lo que no significó más que la despreocupación del tema mapuche. También son pocos los que son conscientes de que Chile se independizó sin autoridad en la Araucanía, zona que fue ocupada bélicamente hace no más de 130 años... tiempo desde el cual muchos mapuches han sido excluidos, y en general, todos han sufrido fuerte discriminación. Muchos de ellos siguen atascados en esa guerra. Hace pocos años que el gobierno ha puesto interés en el tema de la reivindicación, pero sin soluciones fructíferas.

Por otra parte, los que se llaman así mismo mapuches no han ayudado mucho. Partiendo ya es difícil porque el pueblo mapuche nunca fue una nación ni nunca han tenido una organización que los represente como pueblo. Son clanes que pelearon siempre por sus propios intereses. Por hablar así es que los indigenistas de verdad me tratan de tibio, o de opresor. Pues es que es insoportable que aparezca un gallo que diga pelear por su pueblo y se ponga a tirar piedras y quemar cosas. A un ciudadano no mapuche lo meterían preso, pero al otro (muchas veces gente que ni tiene apellido mapuche, nunca ha vivido como mapuche ni sabe el mapudungún) le dan un par de tierras, las cuales no agradece y tala completamente para comprarse una garrafas de vino. Después de su victoria deja las tierras peladas y sin cuidar, cortándole los dedos a la Pachamama, la creación de Dios. No soporto que "representantes" mapuches tomen las armas y gran parte de Chile los apoye, sin saber el ambiente bélico que se vive en esas áreas... lo peor es que muchos de esos revolucionaros "mapuche" son un par de pelagatos que no tienen el apoyo de las comunidades mapuches, pero éstas tampoco van a decir nada o sino les queman las casas. O sea, es gente que oprime a los mapuches y luego trata de aprovecharse de beneficios que les correspondería a ellos. Los medios les hacen un gordo favor al decir que las revueltas son por la causa mapuche (como sucedió con el trágico caso de la familia Luchsinger Mackay), pues los revoltosos realmente no representan a nadie y solo hacen que en todo Chile más gente considere al pueblo mapuche como uno antisocial, bélico y problemático, mermando posibilidades de reivindicación. Realmente, si puedes convencer a la autoridad de que eres descendiente mapuche ya obtienes impunidad para mucho....

La verdad... no sé mucho del tema y les pido disculpen mi bipolaridad y comentarios políticamente incorrectos. Solo vomité información y sentimientos que me surgen al leer la noticia expuesta más arriba. ¿Cómo pueden permitir el abuso a mujeres por una tradición "ancestral"? Como cristianos estamos llamados a misericordia para con los pueblos que han sido oprimidos, pero no por eso les vamos a dar licencia para oprimir. La Iglesia tiene que tomar bandera por la justicia, denunciando todo pecado, sin importar de donde venga, pues no hay bandos blancos ni negros.

Dios venga pronto en Su Reino, y borre toda nuestra maldad. En nombre de Jesucristo, que vive y reina junto al Padre y su Santo Espíritu, un solo Dios ahora y siempre. Amén.